miércoles, febrero 19, 2014

¡MÚSICA, MAESTRO!


He encontrado en la red el vídeo que os dejo a continuación. Y, la verdad, sobran las palabras. Hoy no me extenderé mucho, pues, como ya es sabido, una imagen vale más que mil palabras. La música es ya algo bello de por si. Pero si además la mezclamos con la sencillez de un niño, con su descaro, su talento al alcance de muy pocos... entonces ya es el no va más. Merece mucho la pena que saques un momento en tu apretada agenda, te sientes relajadamente frente al ordenador, o frente a tu teléfono móvil, tu tablet... y disfrutes de estos 10 maravillosos minutos. Que disfrutes viendo disfrutar a este pequeño director de orquesta (pequeño de tamaño, pero enorme en talento), disfrutar a sus músicos, disfrutar a su público. Son 10 minutos de magia, de belleza, de encanto, 10 minutos de pasión convertida en música. Señores y señoras, con ustedes, ¡Edward Yudenich!



¿A que es fantástico? Y es que, además de ser un genio, pone en lo que hace toda la pasión y el descaro propios de un niño de su edad. Generalmente, cuando un niño hace algo que le gusta, lo hace con ganas, pone en ello todo el corazón. Y... ¿qué tal si hacemos nosotros lo mismo? ¿Qué tal si cada cosa que hagamos, ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones con nuestros familiares, con nuestros amigos, en nuestro tiempo libre... qué tal si ponemos en ello el corazón, como lo hace este niño cuando se sube al escenario? Seguro que todo a nuestro alrededor cambia. A veces no es fácil, pues pesa la rutina, pesa el ritmo de vida tan acelerado que llevamos, las dificultades, los problemas, las desilusiones... Pero si al menos lo intentamos, estaremos más cerca de conseguirlo. ¡Vamos!

A partir de ahora me puedes seguir en mi nuevo espacio, www.elsuenodelheroe.com ¡Allí te espero!

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